Los Carnavales de mi juventud

Caridad Jimenez Yébenez

Vivo en el Algarinejo y me llamo Caridad, os voy a contar como eran los carnavales en mi juventud. Allá por los años 60 yo vivía en un cortijo en el campo y el carnaval era muy celebrado, había tres días de carnaval y todos los años los carnavales se celebraban en un cortijo llamado Ermita del Serbal. En la puerta del cortijo había una esplanada muy grande y allí se armaba los bailes. Y venia a tocar un hombre con un acordeón y se armaban unos bailes estupendos, y cuando a él le tocaba descansar hacíamos corros y se bailaba “La Capa”, “La Palomita Blanca”, “A la Flor de Romero” y también bailábamos:

carnaval carnaval

tu te vienes tu te vas

y para el año que viene

sepa dios quien te vera”

y el que formaba la fiesta hacía muchas rifas de avellanas, roscos, y tartas, para ganarse algún dinero. El domingo de carnaval las mujeres hacíamos el relleno, el piñonate y los roscos fritos y matábamos un pavo y hacíamos la comida para estar descuidadas los días de carnaval, y los hombres se iban al tiro de gallos que también se hacía el domingo de carnaval.

Ya me despido de vosotros con un saludo.


Carmen Pérez Campillo


En el carnaval de antes había por la mañana tiro de gallos, por la tarde también había corros y tiro. Por la noche había baile y juegos de naranjas y de animales. También había rifas y paseos con puestos de turrones, caramelos y pipas.

Vendían adoquines, ganchas de caramelo, globos y había unos abueletes con unos canastos largos colgados al brazo llenos de chucherías y avellanas pregonando lo que llevaban.

Las parejas y la juventud paseaban y las abuelas que iban con las mozuelas las sentaban y les invitaban a lo que querían. Cuando anochecía se iban a la fiesta donde ya estaba la música y bailaban a los palillos un baile que le llamaban el “agarraillo”.

Luego estaban los poetas que duraban hasta el día.

Cuando llegaban las cinco o las seis los jóvenes y las parejas, también las abuelas, se iban y quedaban los borrachos y los juerguistas. Los demás teníamos que trabajar al día siguiente.


Un saludo de Carmen Pérez Campillo, Fuentes de Cesna


Rosario Matas

LOS CARNAVALES DE LOS AÑOS 50

En aquellos años estaba los disfraces estaban prohibidos. Pero después eran muy divertidos. Hacían unas fiestas que se llamaban Funciones, en ellas también los tiros de gallos, para publicarlo hacían unos programas con unos versos muy bonitos.
Uno recuerdo que decía así :

Adonde vas Mariquilla con el vestido de crespón,
a la torre de martilla que me han dicho que hay función
tu no vienes chiquilla, y así muchos más que no recuerdo.

Aquí en el pueblo era el día de más fiesta el martes, era en piedra redonda que se llama, las mozuelas se paseaban en la carretera y les salían los pretendientes.
Después en la noche en el salón había baile y muy bien.

Un saludo de Rosario Matas desde Fuentes de Cesna.


Dolores Arévalo Ramos

Me llamo Dolores Arévaco y voy ha contarles como eran los carnavales en mi juventud, desde antes que llegaren ya estábamos celebrándolos. Siempre se mataba un chivo y un pavo y se hacían muy buenas comidas, y lo disfrutamos mucho toda la familia reunida.


El carnaval es una fiesta muy alegre, donde lo mismo jóvenes que adultos nos lo pasamos muy divertido, aunque es muy distinto ha como erar en mis nuevos tiempos, entones se hacían las fiestas en el campo, nos divertíamos mucho, hacían carreras de cintas, de caballo o de bicicleta. También había unas extraordinarias orquestas, bailábamos hasta rendirnos, fueron unos tiempos inolvidables. A mi me gustaría poder retroceder en el tiempo para volver ha vivirlo.


Un saludo desde Algarinejo


Aurora Puerto Porcuna


Me llamo Aurora Puerto y les voy a contar como eran los carnavales de antes. Las comidas eran muy especiales, se mataba el pavo y se hacia el relleno y una buena sopa de pavo y de postre se hacia piñonate, arroz con leche y flan. Ahora viene lo mejor, eran las fiestas que había en el campo, nos divertíamos mucho, hacíamos corros y cantábamos mucha copla de la época y llegaban los pretendientes y nos sacaban a bailar y entonces era cuando nos conocíamos un poco mas. Ya nos acompañaban nuestras madres y ellas también lo pasaban muy bien, nos hacíamos los vestidos para estrenarlos para que estuviéramos muy guapas.

Ya me despido con muchos besos, vuestra amiga adiós.


Emilia Arenas Delgado


Algarinejo 2 del 3 del 2011 Soy Emilia Arenas y voy a recordar algo de los carnavales de los años sesenta. Eran muy diferentes a los de hoy pero lo pasábamos muy bien el carnaval. Toda la vida ha sido la tradición de disfrazarse de mascara pero antes no había disfraces para comprar pero se vestían de disfraz lo mismo las niñas se ponían un vestido de su abuela y unos zapatos le apretaban los cordones y al vestido el cinturón y era un disfraz bonito. Le pintaban la cara con la tizne del candil y los labios con papel colorado, lo mojaban con agua y pintaba muy bien y le salia regalado. Le ponían un sombrero viejo y vámonos de carnaval. En la cruz del Bujeo se celebraba mucho. Había baile y venían mucha gente.

Antes las invitaciones eran distintas a las de hoy. Unos hombres paseaban por la gente con unas canastas de mimbre llenas de cosas como confite, eran hechos de panocha del maíz y garapiñadas con almendras y azúcar hechas con la sartén y los mocitos le compraban a las mozuelas y después le cantaban coplas como esta:


eres mas bonita niña

que la nieve en el barranco

el clavel en la maceta

y la azucena en el campo.


Si yo fuera jardinero

te regalaría una flor

pero como no lo soy

te regalo todo mi amor.


Recuerdo que nos íbamos al campo, y los hombres que eran cazadores se llevaban sus escopeta, y otros ponían gallos para matarlos. Siempre buscaban que el terreno tuviera desnivel, por medio mas bajo y así unos frente a otros le tiraban los tiros a los gallos, el tiro valía a duro, si el cazador lo mataba pronto el amo del gallo le hacia muy poco dinero, si era malo para tirar le hacia muchos duros. Cuando el sol se iba empezaba la fiesta con un acordeón, era la musica que teníamos antes pero lo pasamos muy bien . Pero a las niñas las madres eran guiñar a las hijas, cuando los mozuelos te sacaban a bailar, si les gustaba y si no les gustaba niña nos vamos a dormir.




No hay comentarios:

Publicar un comentario